Mujeres de Modigliani
A Modigliani le persigue una fama inclemente de borracho, de mujeriego incorregible y hasta de depravado. DecĂan que la bebida le sacaba de su natural carácter tĂmido para convertirle en un ser abominable y violento. Su salud se vio con frecuencia quebrantada por estos excesos que le cobraron una factura elevada que hubo de pagar con su propia vida a los 36 años.
El Ă©xito no le llegĂł sino despuĂ©s de su muerte, ya que en vida más bien fue cĂ©lebre por sus numerosos escándalos o por la clausura de sus exposiciones por “indecencia” (como ocurriĂł con la de 1917) o por el caso de su obra “La RĂŞveuse” que la policĂa parisina obligĂł al galerista Berthe Weil a retirar de la muestra por considerarla obscena y "peligrosa" debido a su carga erĂłtica y sexual.
Sin embargo, su genialidad nunca quedĂł enturbiada por sus vicios y asĂ lo demuestra en sus actualmente cotizados desnudos femeninos. “En 1917, coincidiendo con la madurez de su obra, Modigliani emprendiĂł a requerimiento de su amigo y nuevo marchante, LĂ©opold Zborowski, su popular serie de desnudos recostados. Zborowski pensaba satisfacer con ella la demanda de los coleccionistas más audaces. Modigliani recurriĂł en ellas al ejemplo del arte del pasado -desde la Venus de Giorgione hasta la Maja desnuda de Goya-, aplanando el cuerpo femenino a la manera iniciada por Ingres y culminada por Picasso. Pero por encima de todo fue su carga erĂłtica, acorde con la libertad sexual del Montparnasse de los años diez, la que escandalizĂł a cuantos las contemplaron." (de la exposiciĂłn “Modiglianiy su tiempo” del Museo Thyssen-Bornemisza).