El Gran Gatsby (Scott Fitzgerald)
Esta novela de 1925 tiene el encanto de la belleza imperecedera, a pesar del poco aprecio que le demostraron sus contemporáneos. En realidad, hasta la década de los 50 la obra no encontró su sitio como libro de culto, de obligada lectura en institutos y universidades y auténtico paradigma de la gran literatura norteamericana. La novela posee el innegable atractivo de reflejar a la perfección un mundo encerrado en una tacita de té, de evocar una sociedad entera en el contexto de su época a través de unos detalles anecdóticos. Así, Fitzgerald nos sumerge magistralmente en la vida de las clases altas de Nueva York y Long Island en los años 20 del siglo pasado. “El Gran Gatsby” es tanto una metáfora de los sueños imposibles como una minuciosa crítica social que expone los hirientes contornos de una subcultura cuya únicas preocupaciones son las apariencias; una pequeña sociedad que acoge a los emigrantes del Medio Oeste sólo para utilizarlos y luego aplastarles sin el menor remordimiento.
SINOPSIS:
El protagonista, Gatsby, es uno de los personajes más nítidos y sólidos de la literatura universal, de modo que el narrador de la historia, Nick Carraway, pasa a ser poco menos que una mera voz en off que da forma a los perfiles de su misterioso vecino. Ambos tienen en común el hecho de ser unos “extranjeros” en el Este, pero les separa el abismo de la clase social a la que cada uno pertenece, algo que la fortuna de Gatsby no puede hacer desaparecer. Jay Gatsby es un hombre perseverante, emprendedor y solitario, artificialmente infiltrado en la alta sociedad con el único fin de recuperar su amor de juventud, Daisy, exactamente tal y como fue en su momento. Para lograr su objetivo debe renunciar a su identidad pobre y vulgar y sustituirla por la de un hombre inmensamente rico que ofrece fiestas fastuosas en las que cientos de extraños disfrutan sin reservas de su generosidad desmedida. Pero ese opulento mundo siempre le será ajeno y, por descomunales que sean sus dispendios, las clases privilegiadas siempre verán en Gatsby a un intruso. Y es que hay que recordar que ese Gatsby que se codea con la alta sociedad, en realidad, es una ilusión ideada por él mismo, comenzando por su propio nombre.
El protagonista, Gatsby, es uno de los personajes más nítidos y sólidos de la literatura universal, de modo que el narrador de la historia, Nick Carraway, pasa a ser poco menos que una mera voz en off que da forma a los perfiles de su misterioso vecino. Ambos tienen en común el hecho de ser unos “extranjeros” en el Este, pero les separa el abismo de la clase social a la que cada uno pertenece, algo que la fortuna de Gatsby no puede hacer desaparecer. Jay Gatsby es un hombre perseverante, emprendedor y solitario, artificialmente infiltrado en la alta sociedad con el único fin de recuperar su amor de juventud, Daisy, exactamente tal y como fue en su momento. Para lograr su objetivo debe renunciar a su identidad pobre y vulgar y sustituirla por la de un hombre inmensamente rico que ofrece fiestas fastuosas en las que cientos de extraños disfrutan sin reservas de su generosidad desmedida. Pero ese opulento mundo siempre le será ajeno y, por descomunales que sean sus dispendios, las clases privilegiadas siempre verán en Gatsby a un intruso. Y es que hay que recordar que ese Gatsby que se codea con la alta sociedad, en realidad, es una ilusión ideada por él mismo, comenzando por su propio nombre.
F. Scott Ftzgerald, uno de los más insignes miembros de la llamada “Generación Perdida” que desarrolló su obra después de la Primera Guerra Mundial en el París de los años 20. Se considera que encarnó en sus obras la llamada “era del jazz” de Estados Unidos. Del estilo de Fitzgerald cabría decir que encierra en cada palabra un mundo, como en la luz del embarcadero en “El Gran Gatsby”, perfecta metáfora de los sueños inalcanzables. Además, cabe destacar su magistral narrativa, la riqueza de sus diálogos y la compleja individualidad de sus personajes.
Fitzgerald dijo: “Muéstrame un héroe y te escribiré una tragedia”.
CINE: Prueba del atemporal encanto de “The Great Gatsby” es el hecho de que ya lleve a sus espaldas cinco adaptaciones cinematográficas:
* 1926, Herbert Brenon: película muda de la cual ninguna copia sobrevivió y sólo nos han llegado unas escenas sueltas.
* 1949, Elliott Nugent: Con Alan Ladd como protagonista.
* 1974, Jack Clayton: Indudable la más reconocida. El rostro de Robert Redford siempre será el de Gatsby y el de Mia Farrow el de Daisy.
* 2001, Robert Markowitz: película para la televisión con Toby Stephens y Mira Sorvino.
* 2012, Baz Luhrmann: protagonizada por Leonardo Di Caprio y Carey Mulligan.
__________________________________________________________
Este blog no contiene enlaces de descarga (download) de mediafire, rapidshare, fileserve, 4shared, megashare, freakshare, torrent ni de ninguna otra compañía de descargas gratuitas que vulnere derechos de autor. Tampoco se aceptan peticiones de envío de libros ebook en ningún formato ePub, mobi, PDF, fb2, doc o Kindle.
Este blog no contiene enlaces de descarga (download) de mediafire, rapidshare, fileserve, 4shared, megashare, freakshare, torrent ni de ninguna otra compañía de descargas gratuitas que vulnere derechos de autor. Tampoco se aceptan peticiones de envío de libros ebook en ningún formato ePub, mobi, PDF, fb2, doc o Kindle.