J. A. Grimshaw, "Espíritu de la Noche"
"Spirit of the Night", 1879 |
El aire misterioso y evocador de las pinturas de John Atkinson Grimshaw (1836–1893) se lo debemos a su intensa imaginación. En la composición de algunos de sus trabajos tempranos también se aprecia su gusto por la fotografía. Aunque las sombras siempre están presentes en sus obras, supo cómo matizarlas con la sugerente luz de la luna. En vida no expuso más que cinco cuadros en la Royal Academy, pero fue el prototipo de artista de la era Victoriana, con sus pinturas de escenas noctunas y paisajes urbanos. Las ciudades y los puertos que representó más a menudo son los de Glasgow, Liverpool, Leeds, Scarborough, Whitby y Londres. Pese a su marcada identificación con los colores fríos y las ciudades en la noche, también fue autor de otros temas (muy populares en la época), como sus "composiciones de hadas". Lo que siempre me ha cautivado de su obra es que cada lienzo parece decir mucho más de lo que expresa la imagen, es el comienzo de una historia, una incógnita latente en forma de pincelada.